Boyas inteligentes en el Mar Menor para recuperar su ecosistema

Publicada el 13.Mar.2012
13.marzo.2012.-(EFE).-Científicos de la Universidad Politécnica de Cartagena han instalado varias boyas inteligentes en el Mar Menor para captar datos que permitan el control de la calidad de su ecosistema, como los movimientos de agua y las corrientes predominantes, los nitratos y partículas contaminantes, y el número de especies y organismos como las medusas.
Estos científicos forman parte de la empresa de base ecnológica "Widhoc", cuyas aplicaciones están teniendo éxito en el campo agrícola y que más recientemente ha abordado el mundo marino gracias a su sistema de redes de sensores inalámbricos de toma de datos.
El investigador responsable de la división de sistemas e ingeniería electrónica (DSIE) de la Politécnica, José María Fernández Meroño, manifiesta a Efe que la tecnología aplicada al tratamiento de estos datos -conocida como redes de sensores- lo domina perfectamente su grupo de investigación en el sector agrícola, y que estas experiencias, en medio marino, permiten optimizar el sistema en cuanto a su fiabilidad y robustez.
Los datos que recogen las boyas, una vez muestreados y editados en formatos adecuados, son utilizados por los expertos para solucionar el problema de contaminación de esta laguna, amenazada no solo por las urbanizaciones, sino por los vertidos agrícolas.
A su juicio, hay que dar una forma al control al Mar Menor que sea "moderna, racional y justa", y la crisis económica es "un momento oportuno para poner todo lo que tenemos en investigación" a trabajar a pleno rendimiento.
El profesor titular de Ingeniería de Sistemas y Automática (DISA) de la UPCT, Roque Torres, explica por su parte que esta red de sensores inalámbricos instalada en el Mar Menor forma parte de un proyecto para estudiar el comportamiento hidrodinámico de esta laguna, donde también participan con otros subproyectos el investigador de ingeniería ambiental y ecológica de la UPCT Javier Gilabert y el catedrático de ecología de la UMU Ángel Pérez Rufaza.
El proyecto se inició en 2009 con el objetivo de monitorización marina con bajo coste y fácil despliegue, y en 2011 se convirtió en un "Sistema de Monitorización Costera para el Mar Menor" que sirve de base para la tesis doctoral que ha desarrollado la ingeniera en telecomunicaciones Cristina Albaladejo, en un trabajo dirigido por los doctores Andrés Iborra y Pencho Soto.
Soto ha explicado a Efe que, en la monitorización, se empleaban hasta ahora unas tarjetas de datos que se quedaban depositadas en el fondo del mar registrando los parámetros marinos, pero que un buzo tenía que recuperar cada cierto tiempo, con el consiguiente coste económico y la necesidad de recargar las baterías, lo cual queda desechado en este proyecto porque emplea novedosa tecnología inalámbrica y placas solares que convierten a las boyas en autónomas.
Los datos que toman los sensores van a un laboratorio para ser interpretados mediante modelos matemáticos de simulación informática en los que se ve a tiempo real la circulación del agua de mar.
El grupo, formado además por Juan Antonio López, por el ingeniero Honorio Navarro y apoyado por Jose Juan Rodríguez, ha trabajado en los últimos años con esta tecnología inalámbrica en el campo agrícola, realizando proyectos conjuntos con el grupo Suelo Agua Planta de la Escuela de Ingeniería Agrícola (liderados por Rafael Domingo y Alejandro Pérez-Pastor).
Estos ingenieros están monitorizando actualmente un campo de uva de mesa en Cieza y colaboran también con otros grupos científicos en Sevilla.
Desde hace un tiempo, este grupo ha decidido dar el salto a la experiencia de la oceanografía, lo que les ha llevado a la publicación de publicaciones internacionales y congresos internacionales donde se presentaron las boyas inteligentes.
Una decena de investigadores ha realizado esta semana la instalación de las boyas en las inmediaciones del club "Dos Mares" de La Manga del Mar Menor, dado que otras boyas que fueron instaladas antes en otro punto de la laguna desaparecieron de repente, bien porque alguien se las llevó o porque fueron arrastradas por la marea.
Los datos que se obtengan gracias a estos sensores flotantes podrán servir para evitar la proliferación de las medusas o para mejorar el estado de las aguas.
Este proyecto está financiado por la Plan de Ciencia y Tecnología de la Región como primer escalón con el que se quería llegar a montar el Observatorio Oceanográfico Costero de la Región (OOCMur), actualmente parado debido a la crisis.