Trabajadores infatigables. Más de 30 premios vinculados a la Arquitectura desde 1997. Arquitectos. Dos hijos, unos mellizos de 10 años. Profesores del área de Proyectos Arquitectónicos de la UPCT. Disfrutan del verano tras un curso agotador. En la Bienal de Arquitectura Española celebrada en Santander, han logrado su último reconocimiento profesional. Ellos creen en el esfuerzo, pero también en la suerte.


-Patricia Reus y Jaume Blancafort. Blancafort y Reus. Dos nombres unidos por una profesión, por una familia.
- P. Sí. De hecho nuestra familia es muy Blancafort-Reus (sonrisa).
- J. Sí, compartimos muchos intereses, nuestra vocación docente, los temas de investigación, la empresa de arquitectura y también la familia.
- P. La verdad es que nos sentimos muy cómodos en este tótum revolútum.

- ¿Cuándo se conocieron?

- P. En 2002, cuando Jaume vino a dar una conferencia al Colegio de Arquitectos de Murcia.
- J. En la conferencia hablamos entre otros de instalaciones que montábamos en un festival de arte en Girona y al acabar la charla varios jóvenes arquitectos nos preguntaron por la forma de participar. Les gestionamos la posibilidad para la siguiente edición…

-¿Y a Girona fue Patricia?

P. Sí. Y trabajamos, aprendimos, bailamos y allí empezó todo.

- ¿Por qué la Región de Murcia?

- P. Soy de Murcia. Cuando empezamos a salir me fui a vivir con Jaume a Barcelona. Allí montamos el estudio Blancafort-Reus. Fueron pasando los años, nos apetecía formar una familia y aunque Barcelona nos encanta, teníamos claro que Murcia nos ofrecía más calidad de vida. 
- J. Sí, aunque mantenemos un pie allí. Además de amigos y familia seguimos en contacto con la Universidad y en estos años hemos seguido haciendo proyectos allí, como en cualquier lugar en el que nos ha surgido una oportunidad.

- ¿Por qué la UPCT?

- P. Por nuestra vocación docente. Desde que dejamos la Universidad como alumnos hemos estado vinculados a la docencia. 
- J. La UPCT es la universidad pública en la que podemos formar Arquitectos más cerca de casa. Es una cuestión de elección vital, nos gusta tener nuestra base en la Región.

-Alguna vez me comentaron una historia de Paul Auster

- P. Sí. Hace unos diez años viajaba mucho en tren a Madrid. Un día me crucé con Antonio Garrido. Yo no le conocía, pero le reconocí de algún acto en el que habíamos coincidido. Le saludé y nos pusimos a hablar. Entonces me comentó que se acababa de montar la Escuela, que iba a salir una convocatoria de profesores para Proyectos, que es de lo que dábamos clase en Barcelona, y a raíz de eso estuvimos pendientes. Si no nos hubiésemos cruzado con Garrido quizá ahora no estaríamos hablando (sonrisas). 

-¿Bien con sus alumnos?
- P. Muy bien. Ayer me encontré con un exalumno y fue como reencontrarse con un buen amigo. 
- J. Muy bien. Es que a nosotros nos gusta la gente. Nos llevamos bien con nuestros alumnos, con nuestros vecinos, con las personas que forman parte de nuestra vida cotidiana… Y asignaturas como Proyectos tiene mucho de emocional. Trabajamos junto a ellos y el trato es muy cercano. 
P. Evidentemente hay personas con las que tienes más feeling que con otras, pero en general nosotros nos sentimos bien con ellos y creo que es recíproco.

-¿Qué les gustaría que sus alumnos recordasen de ustedes cuando pasen los años?
- P. Procesos que les hayamos enseñado como que la Arquitectura se hace para los demás o que hacer Arquitectura es resolver problemas complejos con espíritu crítico y creatividad…
- J. Qué descubrieran la utilidad de lo que les estamos enseñando.
-¿Cuándo descubrieron la vocación por la Arquitectura?
- P. Yo que soy muy racional, diría que fue casi como resolver una ecuación. Me interesaba hacer una carrera compleja porque era buena estudiante. Tenía mucha vocación de servicio porque mi madre es profesora y mi padre es médico y me gustaba la idea de que al otro lado de mi trabajo hubiese gente a la que ayudar. Los otros ingredientes de la ecuación eran que soy creativa y que no podía ser médico porque me mareo solo con pasar cerca de un hospital. Entonces: aprender y crear y ser útil. Eso para mí, se llama Arquitectura. Descubrí por tanto la vocación cuando despejé esa ecuación.
- J. Yo en la carrera. Antes había dicho que quería ser arquitecto porque me atraía la conjunción de técnica y arte, pero cuando me empezó a emocionar de verdad fue como estudiante de Arquitectura. Y la he ido reforzando con la praxis.

-¿Qué les encanta?

- P. Nuestros hijos dirían que trabajar. Esos momentos en los que sentimos que estamos haciendo lo mejor que podemos.
- J. Los retos. Dar solución a temas complejos.

-¿Qué no aguantan?

- P. La falta de esfuerzo, estar como de paso y no intentar dar lo máximo.
- J. La mala gente. 
- P. Sí, los malos le ponen malo.

-¿Qué les resulta ridículo?

- P. Pocas cosas. Mi madre dice: “Cada uno tiene su absurda manera de vivir la vida y gastar su dinero”.
- J. La gente que quiere aparentar lo que no es.

- ¿Qué procuran?

- P. Ya sé que suena a tópico, pero ser feliz y hacer felices a quienes me rodean.
- J. Y hacer las cosas bien, al menos intentarlo.

-¿Ustedes cómo son?

- P. A mí me sorprende lo que yo considero que soy y lo que los demás perciben. Diría que soy una persona que intenta ser buena, intenta ser comprometida y lo que soy seguro es perseverante.
- J. Normal, corriente, pero ¿qué es corriente y normal? Cada uno tiene sus absurdidades.
- P. ¿Podría describirte yo a ti y tú a mi?
- J. ¿Lo probamos?
- P. Tres adjetivos tuyos: trabajador, quijotesco y honesto. 
- J. Inteligente, lista y muy empática.

-¿Su escala de valores?

- P. Ser honesto con uno mismo, con los demás, con lo que has construido con tu esfuerzo… y no morir en el intento.
- J. Honestidad y justicia, son los dos valores que me llevan frito.

-¿Qué han conseguido con esfuerzo?

- P. Todo.
- J. Todo. Ninguno de los dos venimos de familias con tradición en la arquitectura. 

-¿De qué tienen la gran suerte?

- P y J. Muchas cosas: nuestras familias, tanto ascendientes como descendientes; trabajar en lo que nos gusta. La suerte es un ingrediente fundamental para todo y nosotros somos afortunados.
En general los esfuerzos dan sus frutos.
-¿Qué se han propuesto para este verano?
- P. Rearmarme. 
- J. Yo, lo que diga Patricia. (Y ríen los dos)

-¿Un recuerdo de sus veranos de su infancia?

- P. Estar con los amigos y la libertad.
- J. Ir en bici por la calle del pueblo, sin coches.

-¿Un libro para este verano?

- P. Lo tenemos claro. Da la casualidad de que los dos estamos leyendo a Almudena Grandes. El corazón helado.
- J. Patria de Fernando Aramburu, y tengo muchas ganas de leer 4,3,2,1 la última novela de Paul Auster.

-¿Una ciudad en la que no les importaría vivir?

- P. Ninguna en especial y todas en general.
- J. Filadelfia.

-¿Una canción?

- P. Cualquiera de Nina Simone, es un bálsamo para mi alma…
- J. El viaje a Itaca de Lluís Llach.

-¿Un concierto?

- P. Lluís Llach, en Valencia, Omara Portuondo en La Mar de Músicas…hay conciertos mágicos, no sé si podría elegir uno.
- J. Khaled, el rey del rai, en Murcia Tres Culturas, con la catedral de fondo, fue para mí todo un descubrimiento.

-¿Un héroe o una heroína?
- P. Madame Curie en la novela de Rosa Montero “La ridícula idea de no volver a verle”…la persona, todo lo que Rosa Montero proyecta en ella, valentía, compromiso, inteligencias... 
- J. Ninguno en especial




Personal. Patricia Reus

Nació en Murcia en 1975. Cuida sus plantas, lee, camina, trabaja y cuando puede se escapa a vivir otras vidas viajando a lugares donde normalmente intercambia su casa.
Estudió: Arquitectura en la Universidad Politécnica de Valencia, máster de Arquitectura y Urbanismo Sostenible en Universidad de Alicante, Doctora por la Universidad de Alicante.



Personal. Jaume Blancafort
Nació en Barcelona en 1970. Le gusta bailar.
Estudió:Arquitectura en la Universidad Politécnica de Barcelona, máster de Arquitectura y Urbanismo Sostenible en Universidad de Alicante, Doctora por la Universidad de Alicante.