El vigésimo barómetro de la Cátedra Empresa Familiar Mare Nostrum analiza la crisis por la pandemia

Publicada el 24.Nov.2020

La Cátedra Empresa Familiar Mare Nostrum UMU_UPCT ha presentado hoy su Barómetro de la Empresa Familiar de la Región de Murcia número 20, titulado 'Crisis Covid-19: impacto y respuesta empresarial' y centrado en la situación económica generada por la pandemia. La cátedra y el barómetro están dirigidos por los investigadores de la Universidad de Murcia y la Politécnica de Cartagena Ángel Meroño y Antonio Duréndez.

A continuación, los principales resultados del barómetro:

• La pandemia ha profundizado gravemente la desaceleración de la actividad económica iniciada en 2018. El impacto está siendo mayor en las economías avanzadas, y entre ellas, en España. A pesar de la crisis, la Región de Murcia se sitúa dentro de las comunidades en mejor situación.
• El 53% de las empresas ha experimentado un descenso en sus ventas durante 2020, no obstante, solo el 27% ha reducido su cifra de empleados. Sin embargo, las perspectivas siguen siendo de empeoramiento. Esta situación provoca que el Indicador de Confianza Empresa Familiar caiga 20 puntos situándose en -17.
• Como consecuencia del Covid-19, el 53% de las empresas familiares encuestadas continúa operando a pesar de las dificultades; el 41% han reducido su actividad y un 6% consideran cerrar. Como principales problemas destacan el retraso de inversiones (57%), la complejidad cuestiones legales (43%) y la cancelación de pedidos (41%).
• Se ha duplicado el teletrabajo alcanzando al 42% de las empresas y afectando al 29% de los empleados de estas empresas.
• La Covid-19 y la caída de la demanda capitalizan las preocupaciones actuales. Respecto al próximo año también preocupan la situación política, los impuestos, y la existencia de medidas adaptadas a su sector.
• Las principales medidas publicas demandadas son la disminución de impuestos (79%), la bajada de cuotas de la seguridad social (63%) y la simplificación administrativa (52%).

Situación económica y empresarial
La pandemia ha profundizado gravemente la desaceleración de la actividad económica iniciada en 2018. El impacto está siendo mayor en las economías avanzadas, y entre ellas, en España. A pesar de la crisis, la Región de Murcia se sitúa dentro de las comunidades en mejor situación. Para el año 2021 las empresas prevén una recuperación económica, aunque no alcanzará todavía los niveles previos a la pandemia.

La encuesta realizada a 124 empresas familiares en septiembre revela que los saldos netos obtenidos de las opiniones de los encuestados sobre la evolución económica de España y la Región de Murcia alcanzan los valores más bajos de la serie aproximándose a los de 2009. La opinión sobre la situación empresarial es menos negativa, no obstante, empeoran todas las variables situándose al nivel de 2013. La mayor caída de los saldos netos, de 65 puntos, se produce en la facturación, con un 53% de las empresas declarando descensos en sus ventas. Para 2021 prevén una mejora de 21 puntos en su saldo, siendo el 36% las que creen que sus ventas empeorarán. El empleo parece resistir, aun presentando un saldo negativo de 12, son un 27% las empresas que han reducido su número de empleados. La inversión y las exportaciones también han empeorado, aunque los empresarios esperan una ligera mejoría para 2021.

Planteamiento estratégico
A la hora de competir, las empresas familiares refuerzan la importancia del servicio basado en la calidad y una creciente atención al cliente. Le sigue en importancia la eficiencia apoyada en el control de costes y un mayor protagonismo de los cambios organizativos.

Respecto a las preocupaciones durante este 2020, la caída de la demanda afecta al 59% de las empresas (10 puntos más), disminuyendo la preocupación por el resto de factores: presión competitiva, escasez de personal, aspectos legales, capacidad y financiación. Al ser una pregunta con posibilidad de sugerir otras causas, cabe destacar que el 64% señalan su preocupación por la pandemia Covid-19.

Para el próximo año, claramente la principal preocupación se refiere al Covid-19, concretamente su gestión y consecuencias. Además, los principales factores del entorno reflejan una preocupación por la crisis económica, los problemas de demanda vuelven a un primer nivel, junto a la situación económica y política. Destaca también la preocupación por la presión fiscal. En lo referente al modelo de negocio, la principal inquietud con un importante incremento se refiere a situaciones sectoriales; las empresas reclaman medidas adaptadas a su sector. Seguidamente se transmite la lucha por la supervivencia, las cuestiones familiares y la profesionalización de la empresa para contar con empleados cualificados y formados.

Gobierno familiar
Los objetivos empresariales continúan siendo más importantes que los familiares, aunque en esta edición experimentan un descenso. La reputación empresarial ocupa el primer lugar, y la supervivencia, el segundo. A continuación, se sitúa un objetivo familiar como es la implicación de la familia propietaria; también destaca el interés por mantener el control familiar de la empresa y que el sucesor pertenezca a la familia, aunque ambas experimentan cierto retroceso.

En cuanto al gobierno corporativo, mayoritariamente (75%) las empresas optan por no realizar cambios. El 17% se plantea transmitir la empresa a la siguiente generación, disminuyendo 2 puntos respecto al año pasado; en el caso de las empresas en primera generación alcanza el 23%. La venta de la empresa se mantiene en el 7%, siendo más importante en empresas en primera generación (13%). Por último, la opción de cerrar baja 2 puntos hasta el 1%.

Con referencia a la planificación, el 65% carece de un plan de sucesión. Las empresas que cuentan con protocolo son el 22%. Un 9% han incorporado externos a la propiedad y dirección multiplicándose por 3 respecto al pasado año.

Crisis Covid-19
La crisis Covid-19 lleva al 6% de las empresas encuestadas a considerar su cierre definitivo o temporal. El 41% ha reducido sensiblemente su actividad recurriendo a despidos y ERTEs. Finalmente, el 53% de las empresas declaran que continúan operando en el sentido de no realizar despidos ni regulaciones. No obstante, para la mayoría la actividad ha decrecido y han de hacer frente a las dificultades y los cambios, como problemas operativos, bajada de demanda, nuevos productos, nuevos mercados, en definitiva, realizando un mayor esfuerzo.

Respecto a los aspectos concretos que han resultado afectados, destaca fundamentalmente el retraso en las inversiones previstas, el 57% de las empresas se considera muy o bastante afectada por esta cuestión. Le sigue en importancia la cancelación de pedidos (41% bastante o muy afectadas) y la complejidad de las cuestiones legales (43% bastante o muy afectadas).

Como consecuencia de la crisis Covid-19, las empresas familiares han duplicado la implantación del teletrabajo alcanzando al 42% y afectando al 29% de sus empleados. En segundo lugar, destaca el 38% de empresas que realizan compras online alcanzando el 40% de las compras totales. Le sigue el 32% de empresas que han digitalizado el 46% de sus procesos. Finalmente, son el 28% las empresas que venden online, representando un 31% de sus ventas totales. También la digitalización de procesos, compras y ventas ha sufrido un incremento entre 3 y 5 puntos debido a la pandemia. Siendo relevante el importante número de empresas que están en proceso de adopción de estas tecnologías.

Las salidas más habituales para proveerse de fondos para hacer frente a la crisis Covid-19 son: aumentar la financiación ajena (40% de las empresas), la reducción de costes de personal (35%), el aumento de financiación propia (31%) y el recurso a las ayudas públicas (18%).

Respecto a las medidas públicas de estímulo, de los resultados se deduce que son las cuestiones políticas las más apreciadas, dos de ellas consistentes en reducir costes disminuyendo impuestos (79% de las empresas opinan así) o las cuotas a la seguridad social (63% de las empresas de acuerdo), y la tercera de ellas relacionada con la simplificación administrativa (52%). Le sigue en importancia los estímulos al consumo (51%). Finalmente, aparecen una serie de medidas que apoyaría la profesionalización de la empresa (digitalización, formación, infraestructuras y asesoramiento).