El catedrático Toribio Fernández ingresa como miembro de número de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia

Publicada el 17.Feb.2017

El catedrático Toribio Fernández ingresa como miembro de número de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia

Toribio Fernández Otero, catedrático de Química Física de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), ingresará como académico de número en la Academia de Ciencias de la Región de Murcia.

El acto de ingreso se llevará a cabo el próximo martes 28 de febrero a las 19:30 en el Aula de Cultura de Cajamurcia, situada en la Gran Vía de la ciudad de Murcia.

Durante el acto el profesor  expondrá su lección de ingreso, con el título "Electro-quimio-biomimetismo. Replicación de funciones biológicas desde máquinas moleculares poliméricas: ¿otra robótica?", en la que hará un planteamiento sobre el pasado, presente y futuro de la tecnología, además de tratar temas como la construcción de herramientas para robots biorreplicantes, los modelos de propiocepción artificial o la cinética química estructural.

El discurso de contestación estará a cargo de la profesora María Ángeles Molina Gómez,  catedrática de Química Física por la Universidad de Murcia y académica numeraria de la citada institución.

El profesor Toribio Fernández es una referencia internacional en su campo de investigación. Los músculos artificiales elaborados en 1992 por este catedrático, director del Laboratorio de Electroquímica, Materiales y Dispositivos Inteligentes de la UPCT son los únicos motores moleculares poliméricos que, agrupados en películas, han logrado funcionar a escala macroscópica,es decir, a simple vista. Ya en Cartagena descubrió que eran sensores de las condiciones de trabajo y táctiles. Motores con los que Jean Pierre Sauvage, James Fraser Stoddart y Bernard L. Feringa obtuvieron el Nobel de Química en 2016.

Además, Toribio Fernández es pionero en España de los ‘materiales inteligentes’ y de los ‘motores moleculares’. Fue promotor y primer presidente de CIDETEC, fundación privada para la transferencia de tecnologías electroquímicas y poliméricas, ubicada en el Parque Tecnológico de Miramón de San Sebastián, propició la creación de numerosos centros de transferencia de tecnología.