Juan Carrión: «La Universidad Politécnica de Cartagena tiene un futuro esplendoroso»

El docente que inspiró 'Vivir es facil con los ojos cerrados' vuelve al campus Alfonso XIII para rememorar su época como profesor de la Escuela de Empresariales

Publicada el 21.Feb.2014
21.feb.2014.- La pasión por la docencia de Juan Carrión, profesor de inglés durante más de dos décadas en la Escuela de Empresariales, está haciendo que el nombre de la Facultad de Ciencias de la Empresa de la Universidad Politécnica de Cartagena esté presente en todos los medios de comunicación. El día a día de este profesor casi nonagenario que enseñaba inglés con canciones de The Beatles, ha dado un giro de 180 grados después de que la película de David Trueba ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’, cuyo guion se ha inspirado en é, arrasara en los premios Goya. Carrión ha vuelto esta semana a las aulas del campus Alfonso XIII en las que dio clase hasta hace 24 años y ha rememorado su época de profesor. “Hoy está siendo un día muy feliz para mí. Esta escuela me trae unos recuerdos inolvidables”, apostilla.

Nada más entrar a la Escuela de Arquitectura e Ingeniería de Edificación, antigua Empresariales, el profesor de inglés intentó localizar mentalmente dónde estaba el aula en el que daba clase. Llegó a la antigua aula multimedia ‘Juan Carrión’. Cuando se jubiló, el entonces decano, Juan Jesús Bernal, le organizó un homenaje que el profesor mantiene vivo en su recuerdo. “Me llamaron los profesores. Me trajeron aquí y me engañaron. No me daban explicaciones y no sabía a qué venía”, cuenta. “Cuando llegué estaba lleno de gente y también Juan Jesús. Qué recuerdos tan bonitos tiene esta Escuela para mí”, prosigue. Y la sorpresa: “pusieron mi nombre a un aula”.

El promotor del homenaje rendido hace 24 años, que acudió a saludarle, explicaba que Juan Carrión fue un innovador docente. “El primer vídeo y la primera televisión que se compró en el entonces campus de Cartagena fue para que lo utilizara él. Era un precursor de la utilización de nuevas tecnologías en el aula”, agrega Bernal. “Fue pionero en el uso de material audiovisual desde principios de los años 60”, cuenta.

Juan Carrión también quiso ver el estado actual de un aula del sótano en la que impartía clase, ahora un almacén. “¿Me podéis enseñar el aula del sótano? “, decía. Mientras bajaba iba preguntando: “¿Sois felices aquí? Yo lo fui mucho”, aclaraba. “La acústica era estupenda. Este lugar era un almacenillo y yo pedí venir aquí porque estaba arriba, en un aula grande y afectaba a la pronunciación. Solicté que retiraran lo bártulos y me bajé a esta habitación del sótano, pequeña y con muy buena acústica. Los alumnos aquí aprendían mucho más'.

Después, fue a la cantina de Agrónomos para tomar un pincho de tortilla y un café con leche con poca leche, como hacía antaño. Allí se encontró con el profesor del departamento de Ingeniería Química Javier Bayo, ex alumno suyo en los años 70 y con Donatella Rotondo, directora del Servicio de Idiomas, a quien le decía: “Cuéntame. Dime algo de las clases de inglés actuales”.

Profesor por casualidad
Llegó a la docencia del inglés por casualidad. Quería ser ingeniero agrónomo. Suspendió el examen de acceso en la Escuela de Agrónomos de Madrid. Optó por la economía. Se hizo intendente mercantil, un título equiparado al de doctor. Cuando el título dejó de tener la consideración de doctor en Ciencias Económicas y se equiparó oficialmente al de licenciado, decidió que iba a impartir clases de inglés. Había muy pocos profesionales preparados. Él contaba que tenía un buen nivel de inglés porque comenzó a estudiar esta lengua a los diez años en un colegio de los Escolapios, en Madrid.

Una vez como docente, un viaje Cartagena-Almería en 1966 marcó su vida profesional y le permitió cumplir un sueño: entrevistarse con John Lennon y conseguir que incluyeran en sus discos las letras de las canciones.

A sus 89 años sigue impartiendo clases de inglés en la academia que fundó en los años 60 junto a la céntrica plaza de España, en Cartagena. Enseña de pie, frente a la pizarra una media de tres horas al día, rodeado de posters de los Beatles. Junto a él, como siempre, el profesor Serafín Sánchez Barceló, que ha impartido clases junto a Carrión durante décadas.”Empezó como alumno. Era el mejor de la clase. Es un profesor increíble para los niños. Le adoran”, relata el profesor Carrión, quien apostilla, la academia se conoce en Cartagena como Juan y Serafín.

Juan come todos los días en la actual Facultad de Ciencias de la Empresa con Federico García Aniorte, profesor del Servicio de Idiomas, alumno suyo durante una década y amigo. Hasta el pasado curso, todos los años ha celebrado en San Juan una fiesta en la cantina del campus Alfonso XIII, a la que acudían sus alumnos y ex alumnos.

En breve regresará a la UPCT, que tiene previsto rendirle un nuevo homenaje. Mientras que el ayuntamiento de Cartagena ha iniciado los trámites para solicitar al ministerio de Empleo la Medalla de Oro del Mérito al Trabajo.

Al finalizar su recorrido por el edificio en el que impartió sus clases, Juan Carrión se despedía diciendo: “Vaticino que la Universidad Politécnica de Cartagena tiene un futuro esplendoroso. De verdad. Estoy convencido. Este año han venido más Erasmus que nunca. Esto se explica por el boca a boca. Tendremos cola. Cada vez la UPCT se oye más. Y, Cartagena es un remanso de paz. Pero la enseñanza de idiomas tiene que intensificarse. Mi academia ha tenido suerte porque la clases eran diarias y la mente no se entretiene”.

Y a punto de cumplir 90 años, concluye el encuentro: “Hoy tengo mucho interés en dar clase porque tengo que terminar de enseñar una doble estructura: si hubiera sabido que … ó de haber sabido que … “If I had known that…” or “Had I known that…”