Con los ojos abiertos como platos y con mil y unas preguntas por hacer. Unos 49 niños de entre 5 y 6 años pertenecientes al CEIP San Isidoro, de El Algar, han pasado una jornada inolvidable en la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), donde han podido ver de cerca brazos robóticos, exoesqueletos y hasta han bailado junto a Pepper, un robot humanoide.

Investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena les han guiado por un recorrido en el que han conocido la parte más lúdica y entretenida de la robótica, como complemento a los proyectos de innovación docente que han realizado durante este curso y que estaban centrados en la robótica.

"¡Qué robot más chulo!", exclamaba Pedro mientras veía como el vicerrector de Ordenación Académica, José Luis Muñoz, manejaba con soltura un par de brazos robóticos. "¿Podemos movelo nosotros?", preguntaban varios niños que se disponían ya en fila para acercarse al ordenador mediante el cual se podía manejar el robot.

Pepper cuenta con un 'motor emocional' con el que es capaz de interpretar en los rostros humanos las emociones de su interlocutor.

Durante la visita a la institución académica, los niños han explicado que les gustan los robots porque se les puede programar para realizar diversas actividades cotidianas como limpiar o cocinar. "Me gustan mucho los robots", afirmaba Clara, aún impresionada al ver a Pepper bailando.

Según su tutora, Lorena Alcaraz, aprender robótica desde jóvenes les ayuda a mejorar la relación espacial en el aula y a desarrollar las habilidades sociales.