Aunque escribe “menos de lo que me gustaría” y apenas lleva “siete u ocho años” creando relatos cortos, Antonio Muñoz Franco acumula galardones de certámenes literarios en Cádiz, Málaga, Almería, Murcia y, especialmente, en la Politécnica de Cartagena, donde acaba de recoger por tercera vez el premio ‘Galileo’ que el Consejo Social de la UPCT otorga a las mejores historias breves con trama tecnológica.

Muñoz Franco, de la Oficina de Prospección y Análisis de Datos (OPADA) de la Politécnica, podía optar a las menciones especiales del premio a los relatos realizados por miembros de la comunidad universitaria, pero se ha impuesto al resto de concursantes, tanto de dentro como de fuera de la Universidad, con el thriller de ciencia-ficción ‘Freedom’, en el que un grupo de ingenieros se enfrenta a las multinacionales de las telecomunicaciones. Una temática nada ajena al autor. “En la UPCT es más común hablar de servidores que de literatura, pese a que muchos compañeros me han pedido leer el último relato y tenemos varios poetas en la plantilla”, reconoce.

Ganador también de las ediciones de 2010 y 2011 del premio, Muñoz Franco solo ha presentado al concurso un relato que no haya sido premiado. Pese a ello, asegura que la temática tecnológica no es su preferida. Le gusta más escribir sobre el pasado y ha ambientado alguno de sus relatos en plena reforma luterana o en la posguerra española. Y en el Londres semidestruido por la II Guerra Mundial se sitúa la novela que lleva años preparando, “sin prisas, es de mucha envergadura”, explica.

Los premios del Consejo Social de la UPCT, particularmente los primeros, “fueron un importante impulso para seguir escribiendo”, señala el autor, que comenzó a escribir literatura no hace demasiado tiempo. “El camino lógico es que te gusta mucho leer y de ahí das el salto a escribir tus propias historias, aprovechando tus vivencias, lo que te rodea, para poner en marcha la imaginación”, describe de sus inicios.

Lector diario pero no empedernido, asegura que por falta de tiempo no suele leer más de una novela al mes ni escribir más de uno o dos relatos al año. Sus autores preferidos son mujeres, Carmen Laforet y Dolores Redondo.