Investigadores de la UPCT reducen un 10% las emisiones de CO2 de almendros y cítricos con prácticas sostenibles

El objetivo del proyecto europeo es el «secuestro del dióxido de carbono en el suelo» // Zornoza pide a los mandatarios que se reúnen en la Cumbre Climática medidas para fomentar los sumideros de CO2 que almacenan grandes cantidades de dióxido de carbono, eliminando emisiones a la atmósfera

Publicada el 02.Dic.2019

Investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) han logrado reducir un 10% las emisiones de CO2 en plantaciones de almendros y cítricos en la Región de Murcia. Lo están haciendo a través del proyecto europeo Diverfarming, que coordina Raúl Zornoza, investigador Ramón y Cajal de la UPCT. En ese sentido, están realizando mediciones sobre los gases de efecto invernadero en fincas diversificadas de la Región para definir estrategias para mitigar el cambio climático.


Según los datos con los que cuentan hasta ahora, los campos de almendro generan unas emisiones medias de CO2 de 400 mg/m2 y hora. En estos lugares se han incluido prácticas más sostenibles como el arado reducido y superficial y cultivos en las calles, como tomillos, tápenas o avena/veza, por lo que se han conseguido reducir las emisiones a 340 mg/m2 y hora, lo que supone un descenso de las mismas entre un 10 y un 20%.
En zonas donde se cultivan cítricos, en cambio, se han detectado más emisiones de CO2. Ello se debe, explica Zornoza, a que son cultivos de regadío y «hay más humedad en el suelo que conduce a mayor actividad microbiana que libera gases a la atmósfera». En ellos se han detectado una media de 900 mg/m2 y hora de emisiones de CO2 y a través de introducir en las calles de estos cultivos la plantación de leguminosas y cebada, se ha logrado un descenso de las emisiones a 800 mg/m2 y hora, lo que supone un 10% de reducción.


Las mediciones se están realizando de manera semanal en parcelas ubicadas en pedanías de Murcia, entre Sucina y Cabezo de la Plata fundamentalmente. Los investigadores están detectando picos en épocas en las que hay incrementos bruscos de temperatura, momentos en los que se labra y se remueve la tierra o cuando se utilizan fertilizantes nitrogenados en los cultivos.


Para lograrlo proponen prácticas como la diversificación de los cultivos o la introducción otro tipo de cultivos para evitar la liberación de gases de efecto invernadero en las calles de cultivos como el almendro o los cítricos.


El objetivo de estos estudios, financiados por la Unión Europea (GA 728003), es ver si se pueden mitigar los gases que se emiten a la atmósfera y contribuir mediante prácticas de agricultura más sostenible al «secuestro de CO2 en el suelo».


Zornoza, de grupo de investigación Gestión, Aprovechamiento y Recuperación de Suelos de la UPCT, explica que ésto se puede lograr adoptando sistemas de cultivos y prácticas de manejo que utilicen el suelo como sumidero de carbono, ya que el suelo es el segundo sistema del planeta con mayor capacidad de almacenar carbono después de los océanos.

«El suelo es un recurso que bien manejado puede contribuir a mitigar el cambio climático almacenando altas cantidades de CO2 que no se liberan a la atmósfera», señala. Debido al bajo contenido en carbono en los suelos de la Región debido a las prácticas de manejo de las últimas décadas, su potencial para «secuestrar el carbono en los suelos» es muy alto.


Respecto a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (♯COP25) que se celebra desde hoy en Madrid bajo el lema ‘Es tiempo de actuar’, el investigador pide a los mandatarios que no solo se centren «en reducir las tasas de emisiones para mitigar el cambio climático sino que incluyan en las medidas fomento de los sumideros de carbono». Según las investigaciones más recientes «éstos pueden almacenar grandes cantidades de CO2, eliminando las de la atmósfera, como pueden ser masas forestales y los suelos».