Investigadores de la UPCT analizan elementos químicos en sangre para identificar muertes por ahogamiento

La tesis de Magdalena Vázquez Méndez puede ayudar a los diagnósticos forenses cuando se hallan cadáveres sumergidos

Magdalena Vázquez e Isidro Ibarra en el laboratorio del SAIT en el que se han realizado los ensayos.
Magdalena Vázquez e Isidro Ibarra en el laboratorio del SAIT en el que se han realizado los ensayos.
Publicada el 12.Oct.2017

El fallecimiento por sumersión es la segunda causa de muerte no intencional en el mundo, tras los accidentes de tráfico, y causa medio millón de víctimas al año. Sin embargo, no todos los cadáveres que aparecen sumergidos mueren por esta causa. El diagnóstico post mortem de ahogamiento es uno de los más difíciles en patología forense y una de las últimas tesis de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) propone como herramienta complementaria para conocer los motivos del deceso la determinación de elementos químicos en sangre.

“Uno de los principios generales que puede ayudar a confirmar el diagnóstico de sumersión es la presencia en la circulación sanguínea de sustancias químicas presentes en el agua de sumersión que se encuentran en el cuerpo humano en concentraciones muy bajas”, explica la autora de la investigación, Magdalena Vázquez Méndez.

“Analizamos, por espectrometría de masas de plasma (ICP-MS), 19 elementos químicos en sangre periférica, sangre de ventrículo izquierdo y sangre de ventrículo derecho procedentes de cadáveres con diferentes causas de muerte, para la aplicación al diagnóstico de sumersión de la determinación de elementos traza en sangre y humor vítreo”, añaden los directores de la tesis, María Dolores Pérez Cárceles e Isidro Ibarra Berrocal.

“Los resultados del estudio mostraron que la determinación de elementos traza en sangre y humor vítreo es una buena herramienta complementaria para el diagnóstico de muerte por sumersión, siendo los principales marcadores estroncio, magnesio, boro y bromo en sangre y humor vítreo, así como también calcio y litio en sangre”, concluyen los investigadores.