«Por ser chica me dijeron que elegir Tecnología era perder el tiempo»

El Campus Científico de Verano Mare Nostrum, con dos tercios de féminas, intenta revertir el predominio de varones en las ingenierías

Sentadas, en el centro de la primera fila, Celia García, Lucía López de Pascual, Clara Albiach y Raquel Francisco.
Sentadas, en el centro de la primera fila, Celia García, Lucía López de Pascual, Clara Albiach y Raquel Francisco.
Publicada el 24.Jul.2017

Laboratorios de ingeniería llenos de chicas. La imagen, llamativa por poco usual, se da este mes en la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), sede por primera vez el Campus Científico de Verano Mare Nostrum, en el que predominan, a razón de 2 a 1, las féminas. De hecho, de los 120 participantes venidos de toda España, sólo 40 son varones.

“La tecnología ya no necesita de músculo”, recuerda todas las semanas a los nuevos grupos de jóvenes la vicerrectora de Investigación de la Politécnica, Beatriz Miguel. Las chicas son mayoría en los Campus Científicos de Verano (CCV), para estudiantes excelentes de Secundaria, porque son ellas las que tienen los mejores expedientes académicos, pero aún así son pocas las que acuden con la idea ser ingenieras en un futuro. El desequilibrio entre géneros es uno de los temas que preocupa a todas las politécnicas, como reconocieron el viernes pasado en Cartagena los rectores de la alianza UP4.

“Estoy muy sola en las clases de Tecnología”, cuenta la valenciana Clara Albiach, una de las alumnas del Campus Científico que tiene clara su vocación como ingeniera. “Soy mucho de trastear ordenadores, desde siempre”, comenta, consciente de que debe batallar “para superar los roles de la sociedad que te dicen lo que deben hacer las chicas”.

“La presión social influye mucho”, reconoce la joven estudiante. “Me han llegado a decir que lo que me gustaba era cosa de chicos”. Similares experiencias ha tenido también la extremeña Raquel Francisco, a quien espetaron que “al elegir Tecnología como optativa iba a perder el año”.
Frente a cualquier tipo de prejuicio, la madrileña Lucía López de Pascual tiene claro su potencial como ingeniera. “Desde pequeña he querido ser inventora”, rememora.

La juventud no es óbice para que estas pre-ingenieras atisben las dificultades que afrontarán por razón de su género. “Las chicas lo tenemos difícil para llegar a ser jefas en cualquier profesión”, razona la burgalesa Celia García. “No hay más que mirar a las empresas del IBEX”, añade Clara.

El CCV del Campus Mare Nostrum que forman la Politécnica de Cartagena y la Universidad de Murcia también está sirviendo para fomentar el turismo regional, al dar a conocer a jóvenes de toda España lugares tan atractivos como la costa cartagenera, la mina Agrupa Vicenta o la catedral de Murcia. Ejemplo de ello es la vallisoletana Alicia García-Arroba, que aprovechó su participación en el Campus para pasar un fin de semana en La Manga con sus padres.

Los Campus Científicos de Verano están organizados por los Campus de Excelencia Internacional del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y cuentan con patrocinio de la Obra Social La Caixa.